Inteligencia financiera materna?

En éste dia de las madres dedico estas líneas a las madres del mundo.

El autor de éste blog en compañía de su mamá.
  • Qué tan importante es la educación financiera que nos dán nuestras madres?
  • Cómo se conforma nuestro patrón mental hacia el dinero de acuerdo a lo que nuestras mamás nos inculcaron?
  • Puede la madre ser un factor determinante en el éxito financiero de los hijos?

El rol que nuestras madres tienen en nuestra educación financiera es más importante de lo que cualquiera de nosotros piensa.

En nuestra sociedad es ampliamente aceptado el concepto de que el hombre cumple un rol de “Proveedor” de la familia y la mujer un rol de “Administradora”.

Si siguiéramos siendo cavernícolas, los hombres saldríamos a cazar y las mujeres se quedarían en casa recolectando y administrando el producto de la caza.

Por ésta razón es que la mujer tiende — por pura cuestión genética– a estar mejor programada para la administración y el ahorro.

Durante nuestra infancia,  la gran mayoría de nosotros pasamos mas tiempo con nuestras mamás o con cualquier otra mujer, ya fuera maestra o nana que con nuestros papás.

A lo anterior agreguemos los miles y miles de hogares que en nuestros países de Latinoamérica son administrados y sacados adelante exclusivamente por mujeres.

Es por éso que lo mas probable es que hayamos recibido más información financiera y del manejo del dinero de nuestra mamá que de nuestro papá.

La mamá es la que hace las compras en el mercado, por lo tanto es la que sabe lo que cuestan las cosas.  La mamá es muchas veces la que cocina, por lo tanto es la que sabe cómo combinar los alimentos y como no necesariamente incluír carne en todas las comidas. La mamá es la que hace los pagos de la luz y el gas, por lo tanto es la que se la pasa apagando luces por toda la casa, pone los focos de menos wattaje y si se puede, se baña con agua fria. La mamá es la que cose y descose las bastillas o valencianas de los pantalones de unos hijos para pasárselos a otros hijos.  La mamá es la que aprendió a cortar pelo para ahorrarse el corte de pelo de papá y de varios de los hijos.

Tengo muchos amigos que son prósperos y que viven una vida deshogada, pero que no saben cuánto ganan.  Sin embargo sus esposas sí lo saben.  Las mamás son las que le sugieren al marido todo el tiempo que hay que ahorrar para el futuro, para la universidad de los hijos, para las vacaciones.

Las mamás son las que van a las juntas de las escuelas y saben como van los hijos en la escuela. Las mámas son las que hacen milagros para que el niño o la niña vayan a la clase de pintura o de Karate….  E irónicamente son las hacen el guardadito para el vestuario del festival o del bailable del dia de las madres.

Las mamás son las que dan “el domingo” o la “mesada”.  A las mamás es a las que se les pide el peso o el dólar para la tarea de la escuela.   Muy probablemente fué mamá la que financió ésa nieve o ésa primera rosa que le regalamos a aquél amor de secundaria.

Con mamá casi todos tuvimos una cotidiana complicidad.  Mamá no tenía ni que decirlo pero muchas veces en la mirada había un “no le digas a tu papá” al momento de darnos dinero para algo que no estaba presupuestado.

Mamá es la administradora, es la ahorradora, es la financiera, es el banco y también es la beneficiencia.

Con todo lo dicho hasta ahora no nos extrañe que cuando somos adultos repitamos algunos –si no todos– los patrones mentales financieros de nuestras mamás.

Si mamá tenía una actitud de “esto lo resulevo porque lo resuelvo”, es probable que tengamos la misma actitud en nuestra vida adulta.

Pero que tal si mamá nos inculcó una mentalidad de escasés y pobreza.    Digamos que mamá se la pasaba diciendo “no tenemos dinero“, “somos pobres“, “no alcanza” y todas las demás.  En este caso es muy probable que nosotros repitamos ése patrón mental.

En este dia de las madres invito a todas las madres del mundo a revisar mentalmente qué tipo de información y conceptos le están inculcando a sus hijos con respecto a las finanzas.

A todas las madres del mundo deseo el mejor de los días, lleno de la abundancia y riqueza que sembraron en sus hijos.

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